Los vinos representan un capital material y espiritual que merecen un trato especial. Par los enófilos preocupados por mantener apropiadamente su patrimonio vínico, van aquí algunas respuestas a las preguntas más frecuentes. Los consejos pretenden ser realistas, instructivos constructivos o piadosos, según el caso:
¿Puedo guardar las botellas de vino en un armario o placard?
No, la mezcla de aromas, como perfumes, naftalina, desodorantes, etc., puede filtrarse a través de la cápsula y el corcho, arruinando el contenido, ya que el alcohol es un poderoso fijador de aromas.
¿Puedo guardarlas en un estante en la cocina?
Tampoco. Es peor aún, ya que el calor y los olores son más fuertes.
¿Y estibarlas en la habitación del fondo, el quincho o el garaje?
Difícilmente sobrevivan un verano. Y si se pone un aire acondicionado común, la temperatura baja a 25 grados promedio, insuficiente para los vinos. Además, el ambiente se seca en demasía y ésto repercute en los corchos.
¿Qué tal ponerlos en la heladera?
Vinos blancos y espumantes para utilizarlos a la brevedad, sí, pero ojo con los olores. En cuanto a los tintos, nunca ya que las temperaturas muy bajas precipitan y cristalizan valiosos componentes organolépticos. En el freezer, en tanto, el congelamiento puede producir la rotura de las botellas.
¿Pero en invierno no hay problema?
Sí lo hay, ya que la calefacción y losa radiante son fatales para la vida de los vinos. No olvide jamás que la temperatura ideal para su conservación y guarda oscila entre 10°C y 12 °C.
¿Por cuánto tiempo puedo guardarlos en condiciones ideales?
Siempre en conveniente fijarse en la contra etiqueta, donde encontrará información al respecto. Si no figura este dato, no dude en llamar a la bodega, que apreciará su interés y le dará la información correcta.
Y entonces, ¿qué hacer?
Hay dos opciones: mantener un stock reducido de vinos, a consumir dentro del año, guardado en el lugar más fresco, tranquilo y oscuro de su hogar o conseguir un entorno adecuado: sótano, cava o climatizadora eléctrica para terminar definitivamente con el problema.
¿Son soluciones caras?
Todo es relativo y proporcional a la cantidad y calidad de sus vinos a guardar. Por ejemplo, los sótanos acondicionados como cava son una alternativa interesante para el caso de muchas botellas, si se tiene el espacio correspondiente, se dispone de un presupuesto acorde y se realiza una obra nueva. Es importante recurrir a especialistas del tema, que tengan la suficiente experiencia e idoneidad para asegurar el éxito del proyecto.
Para cantidades menores de botellas, hasta unas 150, las cavas y climatizadoras eléctricas son ideales. Evitan tiempos y trastornos de obra, son móviles –pueden acompañarlos siempre- y su precio es menor al de una pantalla de plasma. La relación costo-beneficio es enorme. A la hora de elegir, fíjese no sólo en el precio sino también en la garantía y prestaciones: si es multitemperatura o monotemperatura, servicio pre y post venta, disponibilidad de repuestos, asesoramiento profesional y escuche las referencias de usuario, sommeliers y conocedores del ambiente del vino.
(Club del Vino – Octubre 2006)
¿Puedo guardar las botellas de vino en un armario o placard?
No, la mezcla de aromas, como perfumes, naftalina, desodorantes, etc., puede filtrarse a través de la cápsula y el corcho, arruinando el contenido, ya que el alcohol es un poderoso fijador de aromas.
¿Puedo guardarlas en un estante en la cocina?
Tampoco. Es peor aún, ya que el calor y los olores son más fuertes.
¿Y estibarlas en la habitación del fondo, el quincho o el garaje?
Difícilmente sobrevivan un verano. Y si se pone un aire acondicionado común, la temperatura baja a 25 grados promedio, insuficiente para los vinos. Además, el ambiente se seca en demasía y ésto repercute en los corchos.
¿Qué tal ponerlos en la heladera?
Vinos blancos y espumantes para utilizarlos a la brevedad, sí, pero ojo con los olores. En cuanto a los tintos, nunca ya que las temperaturas muy bajas precipitan y cristalizan valiosos componentes organolépticos. En el freezer, en tanto, el congelamiento puede producir la rotura de las botellas.
¿Pero en invierno no hay problema?
Sí lo hay, ya que la calefacción y losa radiante son fatales para la vida de los vinos. No olvide jamás que la temperatura ideal para su conservación y guarda oscila entre 10°C y 12 °C.
¿Por cuánto tiempo puedo guardarlos en condiciones ideales?
Siempre en conveniente fijarse en la contra etiqueta, donde encontrará información al respecto. Si no figura este dato, no dude en llamar a la bodega, que apreciará su interés y le dará la información correcta.
Y entonces, ¿qué hacer?
Hay dos opciones: mantener un stock reducido de vinos, a consumir dentro del año, guardado en el lugar más fresco, tranquilo y oscuro de su hogar o conseguir un entorno adecuado: sótano, cava o climatizadora eléctrica para terminar definitivamente con el problema.
¿Son soluciones caras?
Todo es relativo y proporcional a la cantidad y calidad de sus vinos a guardar. Por ejemplo, los sótanos acondicionados como cava son una alternativa interesante para el caso de muchas botellas, si se tiene el espacio correspondiente, se dispone de un presupuesto acorde y se realiza una obra nueva. Es importante recurrir a especialistas del tema, que tengan la suficiente experiencia e idoneidad para asegurar el éxito del proyecto.
Para cantidades menores de botellas, hasta unas 150, las cavas y climatizadoras eléctricas son ideales. Evitan tiempos y trastornos de obra, son móviles –pueden acompañarlos siempre- y su precio es menor al de una pantalla de plasma. La relación costo-beneficio es enorme. A la hora de elegir, fíjese no sólo en el precio sino también en la garantía y prestaciones: si es multitemperatura o monotemperatura, servicio pre y post venta, disponibilidad de repuestos, asesoramiento profesional y escuche las referencias de usuario, sommeliers y conocedores del ambiente del vino.
(Club del Vino – Octubre 2006)
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